He llegado a tus manos a través de quién sabe cuántos océanos y mares.
Muchos dias pasaron desde que metí este trozo de papel manuscrito dentro de una botella y, con él, todos mis pensamientos.
Ahora tú que los lees, piensa por un momento... las veces que has dejado de hacer o decir algo por el qué dirán, porque no es lo correcto... o por simple orgullo. Por ese mismo orgullo o por miedo al rechazo, cuántas veces has dejado de decirle a una persona lo mucho que la quieres, no fueras a dejar a la intemperie tu frágil corazón...y claro, es mejor tapiarlo, encerrarlo con candado y tirar la llave...limitándote a vivir en lo superficial para no salir lastimado.
Yo también dejé mi corazón a la intemperie, dejé que sufriera las tormentas de otro corazón y salió lastimado. Entonces lo tapié, lo encerré con candado y tiré la llave... Pero me he dado cuenta que vivir en lo superficial equivale a no vivir la vida plenamente, una parte de ti muere en ese encierro...y cada vez esa parte es mayor y la prisión, más grande.
Por eso si han llegado estas palabras a tus manos y tu corazón se ha sentido identificado con el mío...no desperdicies ni un minuto de tu vida poniéndote candados, cadenas ni barreras. Vive como si no hubiera mañana, que el mañana tal vez llegue, pero el ayer no volverá.
Una vez leí que más vale arrepentirse por cien errores que cometiste, que por una sola cosa que no llegaste a ser capaz de intentar. Con esta botella rompo de una vez por todas mi candado...ojalá el mar amanezca llenito de botellas mañana.Por eso si han llegado estas palabras a tus manos y tu corazón se ha sentido identificado con el mío...no desperdicies un minuto de tu vida poniéndote candados, cadenas ni barreras. Vive como si no hubiera mañana, que el mañana tal vez llegue, pero el ayer no volverá. Una vez leí que más vale arrepentirse por cien errores que cometiste, que por una sola cosa que no llegaste a ser capaz de intentar. Con esta botella rompo de una vez por todas mi candado...ojalá el mar amanezca llenito de botellas mañana.
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